Con sus 198 metros de altura, el Intempo se alza como el rascacielos residencial más alto de Benidorm y de toda la Unión Europea. Más allá de su tamaño, su silueta con forma de «M» y su historia marcada por retrasos y polémicas lo convierten en un símbolo moderno de la ciudad alicantina.
El edificio Intempo no solo es el más alto de Benidorm, sino también el segundo rascacielos más alto de España tras la Torre de Cristal de Madrid. Su imponente figura domina el skyline de la ciudad desde Poniente y ha sido objeto de admiración, críticas y muchas preguntas desde el inicio de su construcción en 2007.
Diseñado por el estudio Pérez-Guerras Arquitectos & Ingenieros, el edificio se compone de dos torres gemelas unidas por un cono invertido en su parte superior, que muchos asocian visualmente con una “M”. Esta estructura conecta las torres entre las plantas 38 y 44, donde se encuentra un mirador exclusivo y zonas comunes de alto nivel.
El proyecto pasó por múltiples vicisitudes: fue paralizado por la crisis de 2008, retomado años después y finalmente finalizado en 2021 gracias al impulso del fondo de inversión SVP Global. Hoy, alberga más de 250 viviendas de lujo con vistas al mar y servicios premium como gimnasio, spa, piscinas y aparcamiento robotizado.
Una de las grandes curiosidades es que, en sus fases iniciales, se llegó a rumorear que no tenía ascensores más allá del piso 20, algo completamente falso, pero que alimentó la leyenda negra del edificio durante años.
Actualmente, el Intempo se ha convertido en un atractivo turístico por sí mismo. Muchos visitantes se acercan a contemplarlo, fotografiarlo o incluso reservar estancias vacacionales en sus apartamentos, algunos de los cuales se alquilan por miles de euros a la semana en verano.
Para muchos, representa el nuevo Benidorm: una ciudad que combina sol, playa y verticalidad con una arquitectura moderna y ambiciosa.